EL
CAMINO HACIA LA SANTIDAD
1.¿Quién puede pedirlo?
La causa se inicia a instancias de una persona física,
una congregación o una diócesis. Ha de tramitarse cinco años
después del fallecimiento ante el obispo de la zona donde murió
el sujeto, al que se llama siervo de Dios.
2.¿Qué
hay que aportar?
El
obispo consulta a la Congregación para las Causas de los Santos. Si no
se conocen problemas en contra del candidato con la doctrina de fe, se nombra
una comisión delegada del obispo para recoger datos. Se analizan todos
los documentos y se escuchan los testimonios de quienes conocieron al "Beatificable".
3.¿Qué
registros hay que cumplir?
Las
virtudes teologales ( fe, esperanza, y caridad), las cardinales (justicia, prudencia,
fortaleza y templanza) y los consejos evangélicos ( obediencia, pobreza
y castidad), además de la humildad. En casos por martirio, hay que probar
que a la persona se la mató por odio a la fe y que murió perdonando.
4.¿Quiénes
intervienen?
Recogidos
todos los datos, se envían a Roma, a la Congregación para las
Causas de los Santos. Allí hay un postulador que tiene que hacer un documento
llamado "position". En este se declara que el " siervo de Dios"
cumplió con las virtudes en su grado heroico.
5.¿Qué papel juega el Papa?
La
"position" se entrega a los peritos teólogos, que emiten un
dictamen que pasa a la Congregación de Cardenales. Si todos están
conformes, se propone al Papa que declare las virtudes heroicas y a la persona
en cuestión se la declara Venerable. A partir de este momento, debe probarse
que el Venerable ha hecho un milagro después de muerto. En procesos por
martirio, no hace falta ningún milagro.
6.¿Cómo se demuestra un milagro?
Mediante
un proceso que deje claro qu hubo una invocación pidiendo al candidato
que intercediera por la curación de un enfermo, que debe producirse.
Se exigen pruebas médicas para demostrar que la sensación no se
debió a técnicas cientificas. En última instancia, sólo
el Papa puede decir si ha habido un milgagro.
7.¿Cómo se pasa de Beato a Santo?
Una vez beatificada la persona, tiene que
darse otro milagro más para la canonización ( ser nombrado santo).
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